Donkey Foods lanzó al mercado su línea de burritos congelados, pero saben ustedes ¿cuáles son los beneficios de los productos congelados?. Les compartimos el reportaje realizado por el portal ABCdesevilla en su sección GURME, el cual explica que al congelar un alimento se permite conservar los nutrientes, debido a que detiene el proceso natural de degradación y evita el crecimiento de bacterias. La congelación se ha convertido en la técnica de conservación más usada y efectiva.

Recomendaciones para comprar alimentos congelados

1. Comprar únicamente paquetes limpios y sin roturas.

2. No coger los envases con escarcha, los que se muestren blandos al presionarlos con los dedos o aquellos en los que el producto se encuentre apelmazado. Ello indica que en algún momento, almacenamiento, transporte, etc., se ha roto la cadena de frío.

3. Comprobar que el producto está bien etiquetado y que reseña peso, fecha de congelación y de caducidad o consumo preferente así como normas de almacenamiento y preparación.

4. Hay que procurar que estos comestibles sean los últimos en ser adquiridos durante sus compras en el supermercado, a fin de que permanezcan el menor tiempo posible a temperatura ambiente.

Ventajas de la congelación:

Seguridad e higiene. La degradación de los alimentos congelados es más lenta y además está a salvo de numerosos microorganismos y bacterias.
Frescura. Si se ha mantenido la cadena de frío, estos productos mantienen al descongelarlos todas sus cualidades en cuanto a color, sabor, apariencia, textura, etc.
Valor nutritivo. Casi todos los nutrientes de los alimentos congelados se mantienen sin pérdida alguna.
Universalidad. La mayoría de los alimentos -crudos o ya cocinados- se puede congelar.
Economía. De los productos congelados se aprovecha todo; y eso supone a veces una ventaja. 
Todo el año. Como los productos se conservan perfectamente en el congelador podemos disponer de ellos en cualquier momento aunque no sean de temporada.
Comodidad. Los alimentos congelados son fáciles de almacenar y vienen preparados para ser cocinados o calentados directamente sin que se tengan que lavar o limpiar.

No hay que olvidar que la congelación inmediata de un alimento tras su recolección o captura impide que empiece siquiera a degradarse garantizando además la ausencia de parásitos.